"En cualquier lado", de Pablo Katchadjian

Ficha técnica
- Título:
En cualquier lado
- Autor/a:
Pablo Katchadjian
- N° de páginas:
104
- Editorial:
Blatt & Ríos
- Año:
2017


Fiel a su estilo, con esta nouvelle Katchadjian plantea un universo disparatado, onírico, fantástico y delirante, en el que las ferias, los príncipes, los venenos y muchas cosas serán algunos de los artífices del argumento.
En las historias de Katchadjian, tengan o  no tengan forma de novela, siempre se proponen mundos nuevos. Desde mi punto de vista, es claro que cada uno de ellos proviene de una grandísima imaginación. En ese sentido, los libros de este autor representan una suerte de desafío, que tiene que ver con que, más allá de que algunos ya podrán conocerlo a él, siempre hay que enfrentar un período de “adaptación”, para decirlo de alguna manera, ante la aparición de un universo nuevo. Esto sin importar si quien está leyendo sea un lector asiduo de Katchadjian, o por el contrario sea su primera experiencia con el autor. Esta cuestión de la construcción de mundos nuevos tiene que ver con uno de los puntos fuertes de este escritor: su originalidad. Es interesante porque, por un lado, uno puede reconocer determinados recursos que en su obra se ven bastante, pero por el otro, también es posible identificar que dichos elementos son utilizados de distintas formas, logrando así que cada historia sea única. 
A pesar de esto, también está el factor personal de cada uno. Una historia puede gustarle a uno más que a otra, y sin embargo no hay ningún problema en reconocer las cosas positivas de la misma. Así, si bien En cualquier lado me gustó y la disfruté como disfruto siempre de leer a Katchadjian, puedo decir que otras historias suyas me gustaron más. De las que leí, esta fue la que menos me llamó la atención, pero igualmente, como siempre me pasa que encaro un libro de este autor, pasé un momento de lectura muy entretenido, que sigue ratificando que para mí, Katchadjian posee una de las voces más peculiares de la narrativa argentina actual. 
Una de las características más salientes de En cualquier lado es la multiplicidad de personajes y contextos que la van estructurando. Por momentos parece ser una novela coral, en la que muchas voces se intercalan para desarrollar el argumento. Así, la novela empieza con un protagonista, podríamos decir, y luego el foco de la atención se mueve hacia otro personaje distinto, aunque siempre manteniendo una especie de coherencia que tiene que ver con los hechos de la historia. Es decir, cada suceso va originando otro, y así es que como se va presentando el gran abanico de personajes que componen esta historia. Si en un principio tenemos como contexto inicial una feria, luego será un campo de batalla entre ejércitos reales, y después una cancha de fútbol o la propia barrabrava. Así, el autor nos va presentando muchas otras ambientaciones y, más allá de que en algún momento pueden llegar a repetirse (como el caso de la feria), es interesante ver cómo en apenas cien páginas Katchadjian tiene la capacidad de constituir muchas contextualizaciones distintas, cada una con su atractivo. 
Ahí podemos encontrar una correspondencia entre estas ideas mencionadas en el párrafo anterior y el propio título. Habiendo terminado la novela podemos decir que efectivamente la misma transcurre en cualquier lado. Son mucho los ambientes que crea el autor, pero esto no le impide contar con cierta coherencia. Es la coherencia de los locos, como le dicen. De este autor leí prácticamente todo lo que publicó, y con esas lecturas me di cuenta de  que su obra se sostiene en una suerte de lógica que es bien propia, que se fundamenta solamente sobre sí misma. Es como si las historias de este autor solo pudieran funcionar pasando por su pluma, por su estilo. No tengo dudas de que esta misma novela, y todas sus otros libros, no serían los mismos, no tendrían la misma esencia si no estuvieran escritos por Katchadjian. No sé si serían mejores o peores, simplemente serían distintos. 
Aunque parece ser completamente disparatado (y en cierto punto seguro que lo es), el hilo conductor que caracteriza al argumento de En cualquier lado se ve más concretamente cuando el libro se termina. Quizás en el proceso de lectura, y más si a uno le gusta o le interesa lo que está leyendo, el lector está inmerso en la trama y no se pone a pensar seriamente si aquello que lee tiene cierto sentido o no. Es al llegar al final cuando uno, o por lo menos es lo que me ocurrió a mí, se da cuenta de que la historia puede entenderse mejor en conjunto. O tal vez lo fundamental de leer a Katchadjian no sea “entenderlo”, porque lo cierto es que a veces es muy fácil perderse. Quizás sea mejor esperar un poco, hasta por lo menos finalizar el texto, y ahí tratar de repasar lo que leímos. Ese es el momento en que uno comprende mejor, si se quiere, lo que acaba de terminar de leer. Ahí se ve cómo la novela cierra de alguna manera, y el desenlace tiene algún tipo de anclaje con el inicio. 
Más allá de esta cuestión, pienso que la novela habría funcionado mejor si hubiera tenido más páginas para ocupar con más desarrollo. Sin embargo, también entiendo que la experimentación en la literatura de este autor es un punto clave e indispensable. Experimentar con muchos personajes y diferentes ambientes es parte de su idiosincrasia, y es por eso que entiendo la presencia de esa característica en este texto. Es decir; no pienso que habría que haber sacado este aspecto de la novela. La misma funciona así, de manera que tenga muchas posibilidades narrativas distintas. Lo que me ocurrió con este texto en particular es una cuestión personal, como diría Kenzaburo Oé; particularmente, no tengo dudas de que habría disfrutado más de la misma si esta hubiera constado de más páginas para desarrollar más los ambientes que estructuran la historia.  
Siempre me gusta leer a Katchadjian. Me interesa mucho su imaginación, su capacidad para desarrollar tramas absurdas pero que en cierto sentido tienen una lógica. Aclarado esto, también puedo decir que esta no fue la mejor historia que leí de él. Hubo otras que me gustaron más, pero de igual forma puedo destacar todas sus cualidades como narrador, que hacen de su voz una muy personal, y diferente a todas. 

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