¿Podemos definir literatura?

El concepto de literatura es, sin lugar a dudas, algo complicado de definir. Es, para decirlo fácil, de esas cosas que sabemos qué son, hasta que llega alguien que nos pregunta una definición exacta. Y ahí estamos nosotros, que realmente sabemos qué es la literatura, pero que sin embargo no podemos dar una explicación convincente.

Desde los inicios de la escritura, pasando por la primera imprenta hasta su establecimiento definitivo actualmente, el término “literatura” ha sufrido muchos cambios, y hoy en día seguimos sin tener una definición clara que satisfaga a todos o, por lo menos, a la mayoría.
Hay algunos conceptos con los que estamos de acuerdo. Por ejemplo, que la literatura tiene que ver con la escritura. Pero ahí llega un gran problema: ¿todo lo escrito es literatura? Esto es, a su vez, algo con lo que también coincidimos mayoritariamente; no todo lo escrito puede ser considerado como algo literario. Entonces, ¿qué debe contener un texto para ser considerado literatura?

Tampoco esta discusión es algo coincidente para todos. Probablemente  haya quien diga que la literatura es una forma de expresar sentimientos, ideales, pensamientos, a través del lenguaje. Al mismo tiempo, con esta definición estamos abarcando muchos textos: ¿pueden los textos periodísticos, los ensayos, los textos de opinión, las historietas, los cómics, todos ser considerados literatura? ¿Por qué sí? ¿O por qué no?
En el párrafo anterior, se hizo bastante referencia a la palabra “texto”. Parece que este término tiene bastante que ver con el concepto de literatura, ¿no? Intentemos definirlo: un texto es un conjunto de signos seguidos que tienen un sentido. En consecuencia, a partir de esta definición, si consideramos que la literatura tiene mucha relación con los textos, ¿podríamos decir que cualquier texto es literatura?
¿Es, por ejemplo, una lista de compra algo literario? Como mínimo, es un texto: es un conjunto de signos seguidos que tienen un sentido. Pero, personalmente, considero que todos estamos de acuerdo en que una lista de compra es, indudablemente, algo no literario. Entonces, volvemos a lo mismo, ¿por qué una novela es literatura y una lista de compra no?
Una posible respuesta a esta incógnita es el hecho de que la literatura, en su esencia, busca mostrar un modo “no funcional” del lenguaje, que no tiene claramente una función. Si vamos más allá, los textos literarios (un ejemplo claro se relaciona con la poesía) tienen la intención de usar la lengua de un modo estético. Pero, y sí, siguen apareciendo preguntas, ¿qué es, exactamente, algo estético relacionado con la literatura? Algo estético es lo que se emparenta con lo bello, con lo artístico. Y aquí tenemos algo muy subjetivo, como lo es el arte, como lo es lo bello. Si para alguien algo rebalsa belleza, para otros puede eso llegar a ser banal u ordinario. Entonces, si la literatura se relaciona con lo artístico, estamos claramente ante un problema. Lo artístico está totalmente regido por nuestras concepciones morales y culturales, y, si seguimos este hilo conductor, lo literario debería serlo también. Y en consecuencia, surge la siguiente pregunta, ¿qué es el arte? ¿Todos los textos literarios son obras artísticas?
Si nos quedamos en la rama de lo subjetivo y lo opinable, estamos ante la discrepancia entre la “buena” y la “mala” literatura. ¿Cuándo sabemos si determinado texto literario es bueno o es malo? ¿La respuesta de cada uno es igual a la de otro? Claramente, no. Si bien hay algunos conceptos casi teóricos que permiten resolver, de alguna manera, esta dualidad, algo considerado como “buena literatura” puede resultar para algunos una obra maestra y, para otros, un remedio contra el insomnio.
Volvemos a lo mismo. Todos sabemos qué es la literatura, hasta que nos ponemos a pensar y tratamos de idear una definición que contente a todos. Y eso es imposible, al igual que tratar de definir al arte. Es tan subjetivo que es casi imposible definirlo. Cada uno sabrá qué es lo que representa el arte o, en este caso, lo literario, y seguramente su definición va a satisfacernos, y a otro probablemente no.
Como puede verse en todo este texto, el mismo está repleto de preguntas. Una simple cuestión, que a priori parece bien simple, como definir algo, se convierte y ramifica en un montón de otras cuestiones que son igual de complicadas de definir que el interrogante inicial. Y es que, en definitiva, todo lo relacionado con el arte, si consideramos la literatura como expresión artística, siempre acarrea dificultades a la hora de tratar de clasificarlo. Quizás, a mejor idea a la hora de pensar en las expresiones vinculadas a los pensamientos e ideales del ser humano que no necesariamente son concretas y literales, no sea intentar etiquetarlas. 

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