"La maestra rural", de Luciano Lamberti

Ficha técnica
- Título: La maestra rural
- Autor/a: Luciano Lamberti
- N° de páginas: 288
- Editorial: Random House
- Año: 2016

La maestra rural es la primera novela publicada por Luciano Lamberti, siendo sus anteriores publicaciones libros de cuentos o novelas cortas. En este libro nos plantea a una poeta, Angélica Gólik, como protagonista. Todo lo que sucede en esta historia gira en torno a ella, ya sea su persona o su obra literaria.
Uno de los aspectos que más me gustaron de esta novela es la forma en la que está presentada. Aquí se nota un poco la experiencia por parte del autor para escribir cuentos. La historia está dividida en capítulos protagonizados por diferentes personajes. Cada uno de ellos, en mayor o menor medida, está relacionado con Angélica, ya sea porque la conoce a ella, o conoce su obra, o bien se la encuentra por primera vez. Antes mencionaba que se notaba la facilidad del autor para el relato, y con esto me refiero a que estos capítulos, algunos más que otros, tienen una cierto cierre. Más allá de que hay dos personajes que se repiten, Santiago y la propia Angélica, hay otros que aparecen una sola vez, y podrían pasar por relatos relativamente independientes a la historia original. Sin embargo, esto no me molestó en ningún momento. No pensé que estos fueran una forma de rellenar la novela, ni mucho menos. Eran todos tan interesantes y tan originales en su esencia que disfrutaba leyéndolos igual que los dos que tenían continuidad.
Si debo reconocer algo sobresaliente en La maestra rural más allá de la manera de presentarla, es sin lugar a dudas la trama. La protagonista es una poeta, desconocida, cuya obra causa, en los lectores, un abanico de sensaciones. Así lo expresan ellos mismos; dice Santiago: "Lo abrí al azar, leí un verso y sentí por primera vez sus efectos. No eran solo estéticos o musicales, esos efectos. No era el placer de leer un poeta, la sensación de ser conmovido por su música o su destreza formal. Eran efectos fisiológicos. Efectos en el cuerpo. Su lectura me sacó la resaca de golpe como una línea de cocaína". A partir de este momento decide comenzar una investigación sobre Angélica. Lo que no sabe es qué es lo que lo esperará cuando se ponga en marcha. La historia está constantemente atravesada por tintes fantásticos y hasta de ciencia ficción, lo que le da una personalidad más que interesante. Siempre me gusta encontrar cosas así en las novelas, algo que se salga de lo cotidiano, que me haga pensar que, en algún momento, el secreto de la trama esté a punto de salir a la luz; y esto es lo que pasa con La maestra rural. Bien dice en la contratapa que esta historia es un "policial sin crimen y detective": en esta historia no hay un hecho delictivo que desencadene una investigación policial. Sin embargo, sí puede seguir leyéndose como un policial porque el autor va tirando pistas que van formando la historia, que recaen en el lector para que este vaya poniendo todas estas en orden para lograr llegar al final. Un final que sin lugar a dudas está a la altura de todo el libro.
Cuando comencé la novela pensé que, teniendo en cuenta la cantidad de nombres y personajes que la componían, quizás se me haría un poco difícil seguir la lectura con fluidez y normalidad. Era probable que con tantos nombres en algún momento me empezara a confundir, a dudar cuál era cuál o qué tenía de importante. Pero con el correr de las páginas, empecé a darme cuenta de que, si bien todos tenían algún tipo de relación, los "más" importantes se repiten para que uno no pierda el hilo de su historia. Los "menos" importantes, para decirlo de alguna manera, tienen un inicio y un cierto cierre que redondean el relato para que no queden demasiadas dudas. Y si queda alguna, el final las aclara.
La prosa del autor también me gustó mucho, no solo porque por momentos responde al género protagonista, la poesía, sino también porque todo el tiempo genera una sensación de querer seguir leyendo, de ver cuál es, efectivamente, el secreto principal. Todo confluye en un final ideal, que se conecta con el inicio de una forma excelente; un ciclo que se cierra. Pero no es un ciclo completamente cerrado, porque también es tarea del lector interpretar, llegar a su propia conclusión.

La maestra rural es una novela que me gustó mucho, más que nada por cómo está contada y, además, por presentar un tema que con el correr de la lectura va aumentando en su grado de interés. Una historia más que recomendada para seguir fomentando la literatura nacional y, por qué no, para leer género policial, fantástico y de ciencia ficción camuflados en una historia que aparentemente no pertenece a ningún género específico.

Puntuación final


8/10

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