"Cuaderno de Pripyat", de Carlos Ríos

Ficha técnica
- Título: Cuaderno de Pripyat
- Autor/a: Carlos Ríos
- N° de páginas: 98
- Editorial: Entropía
- Año: 2012
Cuaderno de Pripyat es una novela que se va construyendo mediante testimonios, pensamientos y también imágenes de la ciudad de Pripyat, devastada por lo que fue el accidente nuclear de Chernóbil en 1986.

El protagonista viaja hacia esta ciudad con el objetivo de reconstruir este hecho y, además, conseguir entrevistas y otros documentos para un documental en el que trabaja. Sin embargo, el tema lo toca de una manera especial, muy personal; su familia murió allí cuando él tenía unos pocos meses de vida.

Lo primero que me llamó la atención de Cuaderno de Prypiat es el tema principal del argumento, más que nada porque solo en una vez había tenido la posibilidad de leer algo relacionado a Chernóbil.

Haber leído Manigua, del mismo autor, representó una especie de "entrenamiento" para entender mejor esta novela, en el sentido de que la prosa del autor no es aquella que se deja leer tan livianamente o sin esfuerzo. Lo cierto es que el estilo de Ríos es bastante atípico, seguramente bien propio de él. Para captar todo lo que nos quiere transmitir y entender la trama a fondo hay que estar bien dispuestos a prestar atención durante todo el proceso de lectura. Aunque es probable que algunas cosas se nos escapen, es bastante gratificante tener enfrente una lectura diferente en todo sentido y aun así ser capaz de conectarse con ella y, además, disfrutarla. Porque eso es un poco lo que me sucedió con Cuaderno de Pripyat, que también me había pasado con Manigua. A pesar de que algunos hechos o sucesos de la trama no me resultaron del todo claros, la forma en la que están narrados y presentados invita a seguir leyendo todo el tiempo.



En esta novela también se pueden ver otros temas que creería que son recurrentes en el estilo del autor: si en Manigua se mezclaban tribus africanas con celulares y colectivos, en Cuaderno de Pripyat la trama pasa por momentos en los que nos sitúa hace 30 años en el pasado y, por otros, nos menciona cosas como YouTube y Skype.

De la mano de su estilo tan propio, el autor logra que, con el correr de la lectura, uno se adentre más en un tema interesante como el accidente de Chernóbil, todo visto bajo la mirada de un protagonista, que sigue el rastro de su propio origen. Una novela para leer con atención y disfrutar al máximo de lo que nos puede dar un estilo tan cuidado y poético como el de Ríos.
Puntuación final



7/10

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