"Desarticulaciones", de Sylvia Molloy

Ficha técnica
- Título: Desarticulaciones
- Autor/a: Sylvia Molloy
- N° de páginas: 77
- Editorial: Eterna Cadencia
- Año: 2010
Sencillamente, tengo que decir que esperaba mucho más de este libro. El argumento principal me interesaba; las enfermedades mentales siempre me llamaron la atención, aunque nunca leí una historia que trate de ellas específicamente. Entonces, el surgimiento de la posibilidad de leer Desarticulaciones me pareció una oportunidad perfecta para ver cómo se podían tratar temas como este a través de la literatura.

Como decía, esperé que esta novela me transmitiera más de lo que efectivamente me transmitió. No necesariamente consideré tener lástima por la persona de cuya enfermedad se habla, pero sí interesarme o sentir algo por su situación. Lamentablemente, esto no pasó a lo largo de mi lectura. En ningún momento pude conectar ni con ella ni con la narradora. Es simplemente eso.

Por otro lado, no podría decir que me parece un libro malo o mal escrito, porque siento que no es así; se nota una prosa trabajada por parte de la autora, un estilo pulido que pasó por un innegable proceso de estructuración. No obstante, tampoco llegó a gustarme del todo su forma de narrar. En varias oportunidades me distraía fácilmente, y lo cierto es que esto se termina convirtiendo en un problema porque el lector, más adelante, no tiene mucho más tiempo sobre el que profundizar o terminar de adaptarse al estilo narrativo. Por lo tanto, no hay mucho margen para que nos insertemos en la narración de la autora. Si el lector no se engancha desde el principio, considero que es difícil que lo haga luego porque, casi sin darse cuenta, ya irá por la mitad del libro o, también, puede que ya lo haya terminado.
Desarticulaciones es, entonces, una novela que no llegó a impresionarme o interesarme como pensé que lo haría al leer la sinopsis. Me pareció un tema que podría haber sido explotado de otra manera, pero también entiendo la posición de la autora: esta misma tiene una estrecha relación con la persona cuya enfermedad describe, por lo que tampoco podría haber inventado mucho sobre la propia situación. Desde ese punto de vista, que sería algo así como una catarsis o una forma de desahogo por su parte, es una postura totalmente válida. Pero por otro lado, no terminó de producirme lo que mis expectativas pensaban que me produciría.
Puntuación final



5/10

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