"Alex", de Pierre Lemaitre

Ficha técnica
- Título: Alex
- Autor/a:
Pierre Lemaitre
- Saga: Camille Verhoeven #2
- N° de páginas:
392
- Editorial:
Alfaguara
- Año:
2016 (2011)
Alex es la segunda parte de la serie de libros policíacos del comandante Verhoeven. Esta entrega, comparada con la anterior, Irène, contiene muchos más elementos de suspenso, en igual o menor medida que de los clásicos momentos de investigación que obviamente tiene toda novela de este género. Es por eso que este es un libro que engancha mucho; con el correr de las páginas, se va volviendo cada vez más adictivo y absorbente, hasta llegar al final casi sin darnos cuenta.

La novela comienza con un nuevo caso para Camille, quien todavía sigue con resabios de lo que ocurrió en el caso anterior, el cual cambió completamente su vida y su forma de ver las cosas. Sigo sin poder entender cómo en otros países primero se publicó este libro y luego el anterior, teniendo en cuenta que en esta novela se habla del final de Irène. Más allá de esto, el caso que le asignan a nuestro protagonista enseguida le interesará porque tiene algunas similitudes con el que tuvo que resolver en el primer tomo de esta serie: una chica ha sido secuestrada, y debe, indefectiblemente, enfrentar una carrera contrarreloj.

No creo que la palabra correcta sea aburrir, pero las primeras cien páginas de Alex no son las mejores del libro. Como generalmente sucede en las novelas policiales, al principio la investigación está estancada; el caso es tan reciente que no hay datos que analizar, ni hechos que destraben el trabajo de los detectives. Es muy probable que esta situación se transmita al inicio de la novela, en la que todavía no hay muchos indicios por los que el lector se sienta atraído. Sin embargo, y como no podía ser de otra manera, Lemaitre consigue mantenernos con esa sensación constante de que puede estar por pasar algo importante. ¿Cómo? La narración está estructurada intercalando capítulos desde el punto de vista de la policía y por ende la investigación, y desde la perspectiva de Alex. De esta manera, nosotros como lectores vemos qué le está sucediendo a ella, sufrimos con su cautiverio, sentimos lo que ella siente. Pasadas estas primeras cien páginas la historia se vuelve cada vez más y más interesante, sobre todo a partir de un hecho en particular al final de la primera de las tres partes, del cual no voy a hablar porque sería un gran spoiler. Esta situación cambia completamente la historia, porque es bastante inesperado y le da un giro importante a la investigación.

Sin lugar a dudas, Lemaitre sabe jugar con las emociones del lector. Puede ser que parezca que la novela tiene un enfoque, luego pasa algo específico y el foco es otro, completamente distinto. Y eso, por lo tanto, nos da un incentivo más grande para seguir leyendo, para tratar de darnos cuenta de a dónde es que quiere ir el autor. Hay algunas cosas que en un principio son un poco confusas, pero que luego, con el correr de las páginas y de la propia investigación, van empezando a aclararse, sin que queden cabos sueltos.

En esta entrega de la serie también se ve un mayor desarrollo de los personajes que ya habían aparecido en la novela anterior. Principalmente, se hurga más en la psicología de los miembros de la policía, sobre todo en el protagonista. Por otro lado, también está muy bien captada la esencia del otro personaje importante que tiene esta historia: la propia Alex. Como dije antes, al principio podemos pensar una cosa de ella, luego otra y al final otra distinta. El autor va llevando su historia y su personalidad por varios ángulos, por varios enfoques que cambian nuestra percepción sobre ella y, de alguna u otra forma, nos pone a reflexionar sobre dos cosas bastante interesantes: el bien y el mal. ¿Se merece Alex ese cautiverio a causa de todos los crímenes que cometió o no? ¿Sería correcto afirmar que ella es solamente una justiciera? Esa especie de venganza, ¿está justificada? ¿O nunca están justificados esos atroces crímenes? Son todas cuestiones que le dan un toque especial al libro, otros condimentos que algunas otras novelas policiales no tienen, que solamente se enfocan en la investigación, el crimen y nada más.

Cabe destacar también la pluma del autor. Tiene una forma de escribir muy cuidada, estilizada y, al mismo tiempo, sumamente ágil y llevadera. Ideal para historias de este tipo, en las que el sentimiento de vértigo es constante. Además, cada capítulo deja al lector con ese cliffhanger que hace casi imposible soltar el libro. Y menos vamos a querer soltarlo con un estilo narrativo tan atrayente y absorbente como este.

En conclusión, Alex me pareció una gran novela, llena de elementos fascinantes y a la vez un poco impactantes, pero que se lleva bien por la gran capacidad de Lemaitre para que el ritmo de la historia nunca decaiga. Se mantiene siempre en esa línea que oscila entre el entretenimiento y la reflexión, entre seguir leyendo con voracidad o detenernos a pensar. Una historia con muy buenos personajes y giros de trama inesperados. Un thriller que no da respiro. 

Puntuación final



9/10

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