Ficha técnica
- Título: Muerte en verano
- Autor/a: Benjamin Black (John Banville)
- Saga: Quirke #4
- N° de páginas: 275
- Editorial: Alfaguara
- Año: 2012 (2011)
- Título: Muerte en verano
- Autor/a: Benjamin Black (John Banville)
- Saga: Quirke #4
- N° de páginas: 275
- Editorial: Alfaguara
- Año: 2012 (2011)
El género policial, ya desde sus inicios, ha sido constantemente considerado un género menor. Que era sólo para entretener, que no iba más allá de eso; de hecho, se podía comprar por apenas unos pocos centavos y, por ende, se convertía en accesible para casi todo el mundo. Sin embargo, con libros, y más específicamente prosas como las de Black/Banville ese prejuicio sobre el género policíaco empieza a resquebrajarse.
Muerte en verano no es, estrictamente una novela policial. ¿Por qué? Simplemente, porque lo que respecta al crimen en sí está, a pesar de ser el eje principal, rodeado por otros muchos temas que lo complementan. Si bien me interesó la forma en la que está escrita la novela y cómo en muchos casos el caso pasa a un segundo plano, considero que casi la totalidad del libro está sumida en un tono medio, sin subidas ni bajadas. Es decir que lo que antecede a la resolución del caso está flotando en un mar tranquilo, sin olas ni viento. A ver, no es que no pasara absolutamente nada, pero las revelaciones y confesiones que aparecen no son tan impresionantes, o no cómo yo me las esperaba. Digamos que, todo ese tramo es apenas la entrada, cuando el plato fuerte viene bien al final; ahí sí, hay descubrimientos muy interesantes, escalofriantes, sí, pero interesantes, que sin lugar a dudas valen por todo el libro.
Habiendo experimentado con Black en La rubia de ojos negros puedo decir con mucho convencimiento que me gusta mucho su prosa. Es estilizada, elegante. Describe muy bien, incorpora diálogos muy interesantes y, lo que más me gusta es que, a pesar de lo que expliqué antes, tiene ese algo que te mantiene encerrado en las páginas, que te entretiene y te hace pensar de un personaje o de otro. Y ya que hablamos de los personajes, todos tienen una personalidad tan bien desarrollada que los convierte en personas, no en meros nombres escritos en papel. Lo que quizás me sorprendió más es que no fue el protagonista, el doctor Quirke, el que más me interesó, sino los otros personajes que van apareciendo y que, a diferencia del doctor, no se repiten a lo largo de las demás novelas de la serie (o eso es lo que creo).
En conclusión, Muerte en verano es una novela que en un principio tiene una clara etiqueta que dice "policial" pero que, con el correr de las páginas y el desarrollo de la historia, nos vamos dando cuenta de que ese término es solo puntapié inicial para luego ir mostrando una novela que se ramifica y da lugar a otros temas que no tienen que ver tanto con lo estrictamente policial.
Muerte en verano no es, estrictamente una novela policial. ¿Por qué? Simplemente, porque lo que respecta al crimen en sí está, a pesar de ser el eje principal, rodeado por otros muchos temas que lo complementan. Si bien me interesó la forma en la que está escrita la novela y cómo en muchos casos el caso pasa a un segundo plano, considero que casi la totalidad del libro está sumida en un tono medio, sin subidas ni bajadas. Es decir que lo que antecede a la resolución del caso está flotando en un mar tranquilo, sin olas ni viento. A ver, no es que no pasara absolutamente nada, pero las revelaciones y confesiones que aparecen no son tan impresionantes, o no cómo yo me las esperaba. Digamos que, todo ese tramo es apenas la entrada, cuando el plato fuerte viene bien al final; ahí sí, hay descubrimientos muy interesantes, escalofriantes, sí, pero interesantes, que sin lugar a dudas valen por todo el libro.
Habiendo experimentado con Black en La rubia de ojos negros puedo decir con mucho convencimiento que me gusta mucho su prosa. Es estilizada, elegante. Describe muy bien, incorpora diálogos muy interesantes y, lo que más me gusta es que, a pesar de lo que expliqué antes, tiene ese algo que te mantiene encerrado en las páginas, que te entretiene y te hace pensar de un personaje o de otro. Y ya que hablamos de los personajes, todos tienen una personalidad tan bien desarrollada que los convierte en personas, no en meros nombres escritos en papel. Lo que quizás me sorprendió más es que no fue el protagonista, el doctor Quirke, el que más me interesó, sino los otros personajes que van apareciendo y que, a diferencia del doctor, no se repiten a lo largo de las demás novelas de la serie (o eso es lo que creo).
En conclusión, Muerte en verano es una novela que en un principio tiene una clara etiqueta que dice "policial" pero que, con el correr de las páginas y el desarrollo de la historia, nos vamos dando cuenta de que ese término es solo puntapié inicial para luego ir mostrando una novela que se ramifica y da lugar a otros temas que no tienen que ver tanto con lo estrictamente policial.
Puntuación final
7/10
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