"La habitación del Presidente", de Ricardo Romero

Ficha técnica
- Título: La habitación del Presidente
- Autor/a:
Ricardo Romero
- N° de páginas:
96
- Editorial:
Eterna Cadencia
- Año:
2015
Con solo leer la sinopsis de La habitación del Presidente uno se da cuenta de que está frente a una historia poco común. Ese argumento un tanto extraño, confuso, que no termina de decir qué es a lo que apunta esta nouvelle... Y que, afortunada o desafortunadamente, según cómo se lo quiera ver, el desarrollo de la historia no termina de darnos una idea concreta de qué está pasando, o qué es lo que el autor quiere decir.

La novela cuenta la historia de la vida y la rutina de un barrio en el que todas las casas tienen una habitación del Presidente, desde la perspectiva de un niño. Esta habitación sirve, justamente, para que el Presidente se aloje cuando sienta la necesidad. ¿Qué hace el Presidente cuando llega a su habitación? ¿Elije él las casa a las que va o cualquiera le da lo mismo? ¿Cómo hace para entrar? ¿Tiene llaves para todas las casas, o la familia es avisada con anticipación para que le dejen la llave sobre una maceta o algo parecido y pueda entrar? Esas son todas preguntas que se hace el narrador de esta historia, y que no tienen respuesta. Todo lo que ocurre está rodeado por un halo de misterio, de suspenso, de no saber qué va a pasar. Una atmósfera inquietante está todo el tiempo presente, generando en los lectores una sensación extraña, que se hace presente a medida que avanzamos con la lectura. Una sensación de entender si algunas cosas están efectivamente pasando en ese mundo inventado o son solo imaginación del narrador.


Ricardo Romero parece ser un autor sin pretensiones. Escribe con sencillez, y eso probablemente es lo que hace que la novela se lea tan rápido, además de la extensión en sí de la novela y su poco texto por página. Con ese estilo, consigue que los lectores se metan de lleno en la historia y traten de imaginarse qué es lo que sucede, por qué, y demás. Si en un principio la trama parece confusa, que de hecho lo es, (y tampoco se aclara durante todo el libro), a medida que uno sigue leyendo tiene la sensación de estar viviendo lo mismo que el narrador, se hace las mismas preguntas y tiene las mismas inquietudes; en definitiva, se mete en el mismo mundo en el que vive él. Y conseguir esto, lograr que el lector se sienta parte de la historia es un gran mérito por parte del autor.

Fácil de leer y entretenida, La habitación del Presidente es una nouvelle extraña, que tiene un aura constante de misterio. Una historia en la que las preguntas, inquietudes y sensaciones de confusión son moneda corriente; una novela en la que nosotros, los lectores, por apenas unas 100 páginas, nos convertimos en observadores de una realidad bastante inquietante.

Puntuación final


7/10

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